En esta charla, discutiremos las contribuciones de Natalia Quiceno y Francisco Varela al estudio del bienestar desde una perspectiva enactiva y ética. El «vivir sabroso» y la ética del saber-cómo enfatizan la inseparabilidad de cuerpos, relaciones, materialidades y agencias situadas. Estas ideas permiten alinear los objetivos con las necesidades de diversos grupos sociales, cuestionando las recetas universales promovidas por las políticas e industrias del bienestar basadas en la psicología positiva. Estas recetas se centran en un individuo genérico y promueven un bienestar utilitarista y normativo.
En contraste, el vivir sabroso es una filosofía afrocolombiana que promueve vivir con derechos y dignidad, basada en el bienestar comunitario y la interdependencia con los territorios, y se inspira en el ubuntu y el muntu africanos. Este concepto desafía el desarrollo hegemónico y se construye frente a
las violencias históricas, promoviendo una vida integral, autónoma y comunitaria. Varela (1999) al anunciar una ética de la cotidianeidad, del sentido común compartido, que se constituye en la práctica de los cuerpos sensibles al estructurar formas de hacer-sentido desde un carácter afectivo y compartido. Una búsqueda de virtud a través del cuidado, que es inherente a las acciones compartidas y corporales que cambian constantemente al co-habitar mundos y hacer conciencia de ello. Vivir sabroso, puede ser entendido en términos enactivas, como un proceso corporal continuo de existir día a día, que no se agota y siempre se busca. Este concepto, junto con el «buen vivir» en América Latina, amplia el bienestar como procesos dinámicos y colectivos integrando diversos actores y poderes, superando el utilitarismo. Imaginamos el vivir sabroso encarnado y como parte de un saber práctico, materializacionesdiferenciales entre agencias humanas y no humanas, que es inseparable de cómo las conocemos y nuestras responsabilidades en sus reconfiguraciones. Este enfoque ve el buen vivir como
un fenómeno dinámico y local-contextual, abriendo nuevas posibilidades de investigación ética, apuntalando su dinamismo y procesualidad.