El estudio del comportamiento social ha sido un tema de investigación muy importante en el campo de la primatología. Desde hace varias décadas, las interacciones sociales se han analizado en relación con temas como la competencia, la cooperación y la cognición social, entre otros. Varios estudios han argumentado que los recursos alimenticios tienen un importante efecto en la intensidad de una interacción competitiva y con ello en la resultante organización social, la cual en general se moldea de acuerdo a las presiones que afectan el comportamiento social. Dado que la cohesión de un grupo social de primates se establece y se mantiene principalmente a través interacciones sociales afiliativas, es de esperar, que el recurso alimenticio sea una variable ecológica que afecte las interacciones entre los miembros del grupo, las cuales son determinantes en el comportamiento social a corto y a largo plazo. El complejo sistema de fisión-fusión de la organización social del mono araña (Ateles geoffroyi) permite, por la flexibilidad en los patrones de asociación entre los individuos, analizar la influencia de factores ecológicos en el comportamiento social del grupo. El objetivo de este trabajo es analizar las conductas afiliativas más significativas del mono araña para determinar si existe una correlación entre los tipos de alimento consumido y los distintos comportamientos afiliativos, con el fin de precisar su importancia, función estratégica e implicaciones en relación con las distintas especies consumidas durante los periodos de alimentación. El estudio se llevó a cabo en la Reserva de la Biosfera de Montes Azules en la Selva Lacandona, Chiapas. El grupo de monos araña estaba integrado por 37 individuos que fueron observados en vida libre con el método de registro focal. Los resultados sugieren que las frecuencias de las distintas conductas afiliativas son moduladas dependiendo del costo-beneficio del uso de estas conductas para contrarrestar los efectos negativos de la competencia en los periodos de alimentación. Además, la variación en la frecuencia de las conductas entre las especies de árboles más preciadas, dependiendo del costo-beneficio para los individuos, podría estar afectada por factores como disponibilidad de frutos en el árbol, disponibilidad espacio-temporal, características fenológicas de cada especie, valor nutritivo y palatabilidad, sexo, parentesco y vínculos particulares entre los individuos. Los resultados también sugieren que las conductas afiliativas no sólo contrarrestan los efectos negativos de la competencia por el alimento sino que también puede dar ventaja a largo plazo a los individuos en el acceso a las especies de árbol más preciadas.