Existe evidencia de que los seres humanos estructuran concepciones de tipo explicativo acerca de los fenómenos que ocurren en el mundo (Calderón, León-Sánchez, Palafox & Barrera, 2007; Ohlsson, 2013; Pozo, Gómez Crespo, Limón & Sanz, 1991; Vosniadou & Skopeliti, 2013; Wandersee, Mintzes & Novak, 1994). Tales concepciones tienen la función de organizar la experiencia, generar inferencias, guiar el aprendizaje e influir en las interacciones sociales (Gelman & Legare, 2011). En otras palabras, dichas concepciones, conocidas como teorías implícitas son marcos de referencia que influyen tanto en los procesos de percepción, como de interpretación y predicción de los fenómenos a los que se refieren (León-Sánchez & Barrera, 2009). En particular, los estudios sobre teorías implícitas de los trastornos mentales, indagan sobre las concepciones que sostienen distintas poblaciones (legos, novatos y expertos) sobre los rasgos conductuales asociados a la noción de enfermedad mental, sobre las causas y tratamientos de los trastornos mentales, así como sobre las actitudes frente a quienes padecen algún trastorno. La presentación versará sobre las teorías implícitas que estudiantes universitarios tienen sobre las enfermedades mentales. En particular el objetivo es indagar cuáles son los modelos explicativos que tienen sobre estas, y si tales modelos son de dominio específico (Maupin, 2015), es decir, si tienen poca interacción entre diferentes tipos de causas (biológicas, psicológicas y sociales), o si son modelos de dominio mixto, es decir, si incluyen causas de diferente naturaleza. A su vez, interesa indagar la relación de estos modelos causales, con las decisiones que se toman respecto a los tratamientos o las actitudes frente a quienes padecen un trastorno mental.