La cognición social involucra los procesos mentales que permiten a un individuo realizar inferencias sobre las intenciones y disposiciones de otros, en el marco de la interacción social. Esto se logra, mediante la modulación de los propios comportamientos voluntarios e involuntarios a través de diversos procesos, tales como el procesamiento emocional, la toma de decisiones, el razonamiento social, el juicio moral, entre otros. Durante la adolescencia, cuyo inicio se demarca por eventos biológicos y su finalización por logros en el desenvolvimiento social, ocurren diversos cambios a nivel físico, cognitivo y social, necesarios para afrontar las posteriores vicisitudes de la adultez. Los cambios que caracterizan este periodo vital, afectan los procesos de razonamiento y toma de decisiones de los adolescentes, quienes a la vez que evidencian un incremento en su independencia y toman mayor conciencia sobre su contexto social, pueden manifestar también un notorio impulso por experimentar conductas de riesgo y de desafío a la autoridad. Dada la compleja interacción entre variables fisiológicas, cognitivas y del entorno social que se suscita durante la adolescencia, este trabajo se plantea el objetivo de describir las singularidades funcionales de la cognición social durante esta etapa del desarrollo neuropsicológico. Este objetivo está motivado por el interés de fomentar la comprensión integral del curso del desarrollo de la cognición social en aras de favorecer el afinamiento de las pautas de intervención, que puedan fomentar en los adolescentes la competencia social dentro y fuera del contexto escolar.