A veces nos sentimos divididos: como si perteneciéramos simultáneamente a lugares completamente diferentes, culturas opuestas, tradiciones, grupos sociales distintos y contrastantes. Delineo en qué consiste sentirse así, experimentar zozobra, y cómo las personas crean nuevas normas y valores culturales mixtos como una forma de lidiar con esta emoción desagradable. La noción de zozobra fue introducida como término filosófico por Uranga (1952) para dar cuenta del núcleo de la identidad mexicana. Argumento que, inspirados en su uso, podemos ofrecer una visión estructurada de cómo zozobra es una emoción social desagradable que puede usarse para explicar una amplia gama de fenómenos culturales. Me centro en casos de narrativa histórica nacional, creación artística y performance de género. Zozobra es particularmente útil para comprender instancias de identidad individual y colectiva enrevesada. La clarificación de esta emoción nos proporciona una forma útil de describir y clarificar los valores mezclados ya menudo contrastantes que constituyen la identidad personal y grupal compleja. La diversidad cultural resulta, por ejemplo, de olas de inmigración y emigración a lo largo de la historia. Zozobra es clave para reconocer y dar sentido a esta diversidad cultural y de valores.

Distintas disciplinas estudian a las emociones, como la filosofía, la psicología y las neurociencias. La zozobra, una emoción, es una forma de ansiedad. Su análisis será enriquecido por un estudio transdisciplinar que involucre tanto a la filosofía como a las demás disciplinas de las ciencias cognitivas. La identidad es también un fenómeno multifacético, constituida por capas psicológicas, antropológicas, sociológicas, filosóficas, entre otras. Así, esta charla sirve como un punto de reunión para las áreas del conocimiento mencionadas. A su vez, la investigación en curso será enriquecida por la retroalimentación y discusión entre todas estas especialidades.